En el marco de la convocatoria a la escritura bajo el titulo general "Kintsugi: el arte de convertir el error en estilo" la Lic. Anasbel Pierini nos acercó este escrito suyo.
"La fortaleza detrás del Error" por Lic. Anabel Pierini
Errar nos hace humanos … es una frase poco feliz en tanto que a nadie le gusta cometer errores, porque implica reconocer que hemos fallado. Sin importar la magnitud del error, nunca es bien recibido. Ahora bien, que pasaría si los errores pudiesen transformarse en un puente hacia algo mejor, si un error nos permitiera desarrollar recursos para ser más fuertes? Posiblemente, éste hecho se convertiría en un estilo de vida, en algo incluso deseado. El término Kintsugi nos acerca una propuesta interesante al respecto, esos errores o fallas pueden ser transformados en algo valioso si sabemos cómo capitalizarlos. En Japón, país del cuál proviene el término, el Kintsugi hace referencia al arte de arreglar o unir las fracturas de la cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, de esta forma el objeto restaurado adquiere un valor y belleza mayor al que poseía antes de romperse.
Pero, cómo es posible aplicar la filosofía del Kintsugi a la vida cotidiana? Bien, posiblemente hemos tenido que atravesar situaciones que portan gran carga emocional como pueden ser: un fracaso amoroso, un despido del trabajo, un exámen desaprobado o quedar en el último lugar de una competencia, en cada caso nos topamos con emociones negativas que, lejos de darnos ánimo, nos abruman. Transformar un error en acierto dependerá de nosotros. En principio es importante entender dónde estamos parados, tratando de recorrer la situación desde su inicio hasta el presente. Tenemos que comprender la historia del error, porque es una forma de alcanzar el autoconocimiento. Debemos indagar en los detalles, cómo sucedió? Que factores externos intervinieron? Cuánto es mi responsabilidad? Qué dice este error de mi? Era realmente felíz con las circunstancias previas? Seguramente descubriremos respuestas interesantes.
Lo cierto es que si tomamos una posición activa frente a los errores podremos vivir una experiencia de aprendizaje y convertirlo en un estilo de vida.
La transformación va a requierir de toda nuestra flexibilidad para comprender y aceptar las circunstancias. La resiliencia (capacidad de una persona para superar circunstancias adversas), el autoconocimiento, el deseo de superarnos será entonces esa “resina” que nos ayude a reparar, sanar y embellecernos por dentro.
Si somos capaces de transformar los errores en experiencias de aprendizaje, sentiremos una gran satisfacción al final del camino, podremos evolucionar para convertirnos en una mejor persona. Y así como sucede con la cerámica, nuestro entorno también podrá apreciar y valorar esa actitud.
Recordar que: NINGÚN MAR EN CALMA HIZO EXPERTO A UN MARINERO …
Lic. Anabel Pierini
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